LOS CUATRO PILARES DE LA EDUCACION
Pilares de la Educación Bolivariana
La Educación Bolivariana es un proceso político y socializador que se genera de las relaciones entre escuela, familia y comunidad, la interculturalidad, la práctica del trabajo liberador y el contexto histórico social. O dicho de manera más sencilla: la sociedad hace de la educación un proceso en permanente construcción, donde los niños, niñas, adolescentes, adultos y adultas son asumidos en su integralidad y complejidad. Un proceso en el cual se consideran las experiencias educativas que conllevan al desarrollo de conocimientos, valores, actitudes, virtudes, habilidades y destrezas.
Como parte de este escenario se establecen cuatro pilares fundamentales para el desarrollo integral del nuevo ser social, humanista y ambientalista, que forman parte del Diseño Curricular Bolivariano mostrado por el Ministerio de Educación en su página web. Aprender a Crear, Aprender a Convivir y Participar, Aprender a Valorar y Aprender a Reflexionar son los cuatro ejes que fungen de cimiento del sistema educativo bolivariano.
A continuación, extractos de este material, que aún podría definirse como papel de trabajo, pues falta una versión definitiva aún no disponible en el sitio de Internet del despacho de Educación.
Fomentar la creatividad
De la frase inventamos o erramos, pronunciada por Simón Rodríguez en 1828, surge el pilar de la educación Aprender a Crear; es decir, a innovar, a ser originales, libertadores y libertadoras, lo cual supone fortalecer y desarrollar cualidades creativas en el estudiante.
El fomento de la creatividad se logrará en la medida en que la escuela, en relación con el contexto histórico-social y cultural, la incentive a través de un sistema de experiencias de aprendizaje y comunicación; planteamiento sustentado en el hecho de que el ser humano es un ser que vive y se desarrolla en relación con otras personas y el medio ambiente.
De allí que para desarrollar la creatividad el maestro y la maestra deben valorarla y llevar a cabo los aprendizajes desde una práctica creadora, en ambientes sociales que permitan relaciones armoniosas, en un clima de respeto a las ideas y convivencia; así como de trabajo cooperativo, experiencias y vivencias con la naturaleza. La intención es promover la formación del nuevo republicano y la nueva republicana, con autonomía creadora, transformadora y con ideas revolucionarias; así como una actitud emprendedora para poner en práctica nuevas y originales soluciones en la transformación endógena del contexto social y comunitario.
Este pilar esta íntimamente relacionado con el principio de aprender a hacer, lo cual implica favorecer que el y la estudiante se apropien de los métodos y procedimientos que pueden utilizarse a partir de las teorías, leyes y propiedades estudiadas para aplicarlos en la solución de nuevos problemas científicos y sociales, lo que puede alcanzarse si durante el desarrollo del proceso se propicia el redescubrimiento de esos procedimientos y la posibilidad de su aplicación en diferentes contextos.
Se trata de preparar a los nuevos republicanos y republicanas para afrontar exitosamente las exigencias sociales y personales de cada etapa de la vida, lo cual se opone a las acciones academicistas, formales, autoritarias o aisladas, heredadas de sistemas educativos anteriores, para lo cual se debe fomentar una educación en, por y para el trabajo.
Promoviendo la participación
Este pilar encuentra su sustento filosófico, inicialmente, en el siguiente planteamiento: “…el hombre no podrá ejercer su derecho a la participación a menos que haya salido de la calamitosa situación en que las desigualdades del subdesarrollo le ha sometido”. Esta premisa de Paulo Freire explica la necesidad de superar el concepto de representatividad con el cual se colonizó al pueblo venezolano y se castró su ser político y ciudadano.
El objetivo es promover la participación “…del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública”, como “…medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto individual como colectivo”, tal como lo dispone el artículo 62 de la Constitución Nacional.
Ello supone, en medio del actual contexto político-social, la necesidad de formar una nueva ciudadanía con verdadera conciencia, comprometida con el desarrollo de las políticas sociales y garante de su adecuada implementación, mediante el ejercicio efectivo de su papel de contralora social.
También este pilar se sustenta en los postulados de sociabilidad, generalización y amor propio de Simón Rodríguez, como máximas del ser o sujeto social: sociabilidad es el objetivo de la educación, el sujeto social de las luces y virtudes es el hombre y mujer en sociedad; mientras que la generalización es la inclusión de todos y todas en la sociedad a través de los procesos educativos.
Además, dicho pilar debe propiciar procesos que se den en colectivo, que conlleven a la interacción, la discusión, la controversia y la coincidencia de significados; todo ello para lograr la configuración de un nuevo ser social, conocedor y comprometido con su entorno sociocultural, corresponsable y protagónico en el diagnóstico y solución de los problemas de su comunidad a través de la creación colectiva.
Libres y virtuosos
Este pilar da vida a uno de los planteamientos claves del Libertador Simón Bolívar: “Renovemos la idea de un pueblo que no sólo quería ser libre, sino virtuoso”. Aprender a Valorar significa, entonces, tomar conciencia de la importancia de las acciones colectivas y desarrollar habilidades para caracterizar, razonar, discernir, dialogar y mediar, desde una ética social.
El desafío es transformar la escala de valores capitalistas por una que esté centrada en el ser humano; trascender el colonialismo eurocéntrico capitalista, con el cual fue mutilado el ser humano, negándole una de las virtudes más hermosas que lo caracterizan como es la capacidad de reconocerse en sus congéneres y de sentir solidaridad con sus sufrimientos, dolores y carencias, actuando en consecuencia para transformar su realidad.
Ello implica el desarrollo de valores, actitudes y virtudes propias de la democracia plena; vinculadas con los principios de las relaciones afectivas signadas por la cooperación y la solidaridad; empleando como principal estrategia para fomentarlos, además de la dialéctica, la reflexión crítica, el diálogo y el trabajo voluntario, máxima expresión de la concienciación social.
Nuevos escenarios para reflexionar
Finalmente, y a partir de la interpretación del pensamiento Martiano de que …la unidad de lo sensible y lo racional es un método para depositar la creatividad, la independencia intelectual y la inteligencia, se define el pilar Aprender a Reflexionar, el cual implica dirigir acciones para formar a un nuevo republicano y una nueva republicana con sentido crítico, reflexivo, participativo, cultura política, conciencia y compromiso social; superando con ello las estructuras cognitivas y conceptuales propias del viejo modelo educativo, el cual pretendió generar ciudadanos y ciudadanas acríticos, sin visión de país, sin interés por el quehacer político y sus implicaciones en el desarrollo económico y social de los pueblos.
Para ello, es necesario promover espacios y proveer experiencias para que los y las estudiantes aprendan a reflexionar sobre las acciones, situaciones o realidades en las cuales interactúan; considerar, desde diferentes puntos de vista, sus significados y reconstruir los conocimientos desde una óptica ajustada al contexto social, histórico y comunitario en el que se dan las acciones.
Aprender a Reflexionar trasciende el aprendizaje de informaciones, puesto que se concibe como la generación de nuevos escenarios y la producción de alternativas de acción, a través de las cuales es posible transformar el pensamiento lineal en un pensamiento crítico y creativo.
Por lo tanto, este pilar promueve el aprender a conocer, lo cual implica preparar al nuevo republicano y la nueva republicana para apropiarse en forma reflexiva, con criterio enriquecedor y transformador, de las ideas que se asimilan en beneficio de la comunidad donde se desarrollará, independientemente de los avances de la ciencia, la técnica y la tecnología, así como de los elementos correspondientes a su cultura local, regional, nacional e internacional.
La Educación Bolivariana promoverá el dominio de las formas en que se obtienen los conocimientos en su devenir histórico y en los diversos contextos socio-culturales, para ser capaces de transferir en la vida cotidiana esas formas de conocer a los problemas sociales, políticos y ambientales. La tarea es lograr comprender el carácter social del conocimiento y la forma en que éste es utilizado en las diferentes culturas.
Estos pilares se asumen como elementos flexibles que orientan los componentes de las áreas de aprendizaje y los ejes integradores, facilitando las experiencias que permitan formar al nuevo republicano y la nueva republicana, a través del desarrollo de procesos de aprendizajes en colectivo.
La idea es que unos y otros se relacionen con su contexto histórico-cultural, transformándose en ciudadanos y ciudadanas humanistas, creativos, y ambientalistas, con actitudes, aptitudes y valores acerca del hacer científico pero desde una perspectiva social.
El resultado será el surgimiento de una generación consciente de la diversidad y la pluriculturalidad del país, con amor a la Patria, orgullosa de sus costumbres y acervos culturales y conocedora de la nueva geometría territorial y su dinámica; así como de la importancia del desarrollo económico del país desde las diferentes formas de propiedad como medio para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria, con visión internacionalista e integracionista y desde una perspectiva latinoamericana, caribeña y universal.
Como parte de este escenario se establecen cuatro pilares fundamentales para el desarrollo integral del nuevo ser social, humanista y ambientalista, que forman parte del Diseño Curricular Bolivariano mostrado por el Ministerio de Educación en su página web. Aprender a Crear, Aprender a Convivir y Participar, Aprender a Valorar y Aprender a Reflexionar son los cuatro ejes que fungen de cimiento del sistema educativo bolivariano.
A continuación, extractos de este material, que aún podría definirse como papel de trabajo, pues falta una versión definitiva aún no disponible en el sitio de Internet del despacho de Educación.
Fomentar la creatividad
De la frase inventamos o erramos, pronunciada por Simón Rodríguez en 1828, surge el pilar de la educación Aprender a Crear; es decir, a innovar, a ser originales, libertadores y libertadoras, lo cual supone fortalecer y desarrollar cualidades creativas en el estudiante.
El fomento de la creatividad se logrará en la medida en que la escuela, en relación con el contexto histórico-social y cultural, la incentive a través de un sistema de experiencias de aprendizaje y comunicación; planteamiento sustentado en el hecho de que el ser humano es un ser que vive y se desarrolla en relación con otras personas y el medio ambiente.
De allí que para desarrollar la creatividad el maestro y la maestra deben valorarla y llevar a cabo los aprendizajes desde una práctica creadora, en ambientes sociales que permitan relaciones armoniosas, en un clima de respeto a las ideas y convivencia; así como de trabajo cooperativo, experiencias y vivencias con la naturaleza. La intención es promover la formación del nuevo republicano y la nueva republicana, con autonomía creadora, transformadora y con ideas revolucionarias; así como una actitud emprendedora para poner en práctica nuevas y originales soluciones en la transformación endógena del contexto social y comunitario.
Este pilar esta íntimamente relacionado con el principio de aprender a hacer, lo cual implica favorecer que el y la estudiante se apropien de los métodos y procedimientos que pueden utilizarse a partir de las teorías, leyes y propiedades estudiadas para aplicarlos en la solución de nuevos problemas científicos y sociales, lo que puede alcanzarse si durante el desarrollo del proceso se propicia el redescubrimiento de esos procedimientos y la posibilidad de su aplicación en diferentes contextos.
Se trata de preparar a los nuevos republicanos y republicanas para afrontar exitosamente las exigencias sociales y personales de cada etapa de la vida, lo cual se opone a las acciones academicistas, formales, autoritarias o aisladas, heredadas de sistemas educativos anteriores, para lo cual se debe fomentar una educación en, por y para el trabajo.
Promoviendo la participación
Este pilar encuentra su sustento filosófico, inicialmente, en el siguiente planteamiento: “…el hombre no podrá ejercer su derecho a la participación a menos que haya salido de la calamitosa situación en que las desigualdades del subdesarrollo le ha sometido”. Esta premisa de Paulo Freire explica la necesidad de superar el concepto de representatividad con el cual se colonizó al pueblo venezolano y se castró su ser político y ciudadano.
El objetivo es promover la participación “…del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública”, como “…medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto individual como colectivo”, tal como lo dispone el artículo 62 de la Constitución Nacional.
Ello supone, en medio del actual contexto político-social, la necesidad de formar una nueva ciudadanía con verdadera conciencia, comprometida con el desarrollo de las políticas sociales y garante de su adecuada implementación, mediante el ejercicio efectivo de su papel de contralora social.
También este pilar se sustenta en los postulados de sociabilidad, generalización y amor propio de Simón Rodríguez, como máximas del ser o sujeto social: sociabilidad es el objetivo de la educación, el sujeto social de las luces y virtudes es el hombre y mujer en sociedad; mientras que la generalización es la inclusión de todos y todas en la sociedad a través de los procesos educativos.
Además, dicho pilar debe propiciar procesos que se den en colectivo, que conlleven a la interacción, la discusión, la controversia y la coincidencia de significados; todo ello para lograr la configuración de un nuevo ser social, conocedor y comprometido con su entorno sociocultural, corresponsable y protagónico en el diagnóstico y solución de los problemas de su comunidad a través de la creación colectiva.
Libres y virtuosos
Este pilar da vida a uno de los planteamientos claves del Libertador Simón Bolívar: “Renovemos la idea de un pueblo que no sólo quería ser libre, sino virtuoso”. Aprender a Valorar significa, entonces, tomar conciencia de la importancia de las acciones colectivas y desarrollar habilidades para caracterizar, razonar, discernir, dialogar y mediar, desde una ética social.
El desafío es transformar la escala de valores capitalistas por una que esté centrada en el ser humano; trascender el colonialismo eurocéntrico capitalista, con el cual fue mutilado el ser humano, negándole una de las virtudes más hermosas que lo caracterizan como es la capacidad de reconocerse en sus congéneres y de sentir solidaridad con sus sufrimientos, dolores y carencias, actuando en consecuencia para transformar su realidad.
Ello implica el desarrollo de valores, actitudes y virtudes propias de la democracia plena; vinculadas con los principios de las relaciones afectivas signadas por la cooperación y la solidaridad; empleando como principal estrategia para fomentarlos, además de la dialéctica, la reflexión crítica, el diálogo y el trabajo voluntario, máxima expresión de la concienciación social.
Nuevos escenarios para reflexionar
Finalmente, y a partir de la interpretación del pensamiento Martiano de que …la unidad de lo sensible y lo racional es un método para depositar la creatividad, la independencia intelectual y la inteligencia, se define el pilar Aprender a Reflexionar, el cual implica dirigir acciones para formar a un nuevo republicano y una nueva republicana con sentido crítico, reflexivo, participativo, cultura política, conciencia y compromiso social; superando con ello las estructuras cognitivas y conceptuales propias del viejo modelo educativo, el cual pretendió generar ciudadanos y ciudadanas acríticos, sin visión de país, sin interés por el quehacer político y sus implicaciones en el desarrollo económico y social de los pueblos.
Para ello, es necesario promover espacios y proveer experiencias para que los y las estudiantes aprendan a reflexionar sobre las acciones, situaciones o realidades en las cuales interactúan; considerar, desde diferentes puntos de vista, sus significados y reconstruir los conocimientos desde una óptica ajustada al contexto social, histórico y comunitario en el que se dan las acciones.
Aprender a Reflexionar trasciende el aprendizaje de informaciones, puesto que se concibe como la generación de nuevos escenarios y la producción de alternativas de acción, a través de las cuales es posible transformar el pensamiento lineal en un pensamiento crítico y creativo.
Por lo tanto, este pilar promueve el aprender a conocer, lo cual implica preparar al nuevo republicano y la nueva republicana para apropiarse en forma reflexiva, con criterio enriquecedor y transformador, de las ideas que se asimilan en beneficio de la comunidad donde se desarrollará, independientemente de los avances de la ciencia, la técnica y la tecnología, así como de los elementos correspondientes a su cultura local, regional, nacional e internacional.
La Educación Bolivariana promoverá el dominio de las formas en que se obtienen los conocimientos en su devenir histórico y en los diversos contextos socio-culturales, para ser capaces de transferir en la vida cotidiana esas formas de conocer a los problemas sociales, políticos y ambientales. La tarea es lograr comprender el carácter social del conocimiento y la forma en que éste es utilizado en las diferentes culturas.
Estos pilares se asumen como elementos flexibles que orientan los componentes de las áreas de aprendizaje y los ejes integradores, facilitando las experiencias que permitan formar al nuevo republicano y la nueva republicana, a través del desarrollo de procesos de aprendizajes en colectivo.
La idea es que unos y otros se relacionen con su contexto histórico-cultural, transformándose en ciudadanos y ciudadanas humanistas, creativos, y ambientalistas, con actitudes, aptitudes y valores acerca del hacer científico pero desde una perspectiva social.
El resultado será el surgimiento de una generación consciente de la diversidad y la pluriculturalidad del país, con amor a la Patria, orgullosa de sus costumbres y acervos culturales y conocedora de la nueva geometría territorial y su dinámica; así como de la importancia del desarrollo económico del país desde las diferentes formas de propiedad como medio para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria, con visión internacionalista e integracionista y desde una perspectiva latinoamericana, caribeña y universal.
1 comentario
Br. Eric Loyo -