CHISTE DE HILLARY
Hillary Clinton después de fallecer fue al cielo y se encontró con San Pedro, y muy curiosa viendo los relojes en la pared le preguntó:
¿Para qué son todos esos relojes, Peter?
Y él le contestó:
Pues veras, cada uno de ellos es una persona que vivió en la tierra y cada vuelta de las manecillas son las mentiras que pronunció en su vida, por ejemplo:
¿Ves ese de allá?
Sí, contesta ella.
Pues, ese le perteneció a Abrahan Lincoln y sólo dio una vuelta, eso quiere decir que pronunció una mentira en su vida.
¿Y aquel que esta allá? ¿De quién es?, pregunta Hillary.
Y San Pedro le contesta:
Ese fue de Teresa de Calcuta y nunca dio una sola vuelta.
Entonces, muy entusiasmada Hillary pregunta:
Y por casualidad, ¿No has visto el de mi esposo, Bill Clinton?
Sí, contesta San Pedro, ese lo tiene Jesús en su oficina como abanico.
¿Para qué son todos esos relojes, Peter?
Y él le contestó:
Pues veras, cada uno de ellos es una persona que vivió en la tierra y cada vuelta de las manecillas son las mentiras que pronunció en su vida, por ejemplo:
¿Ves ese de allá?
Sí, contesta ella.
Pues, ese le perteneció a Abrahan Lincoln y sólo dio una vuelta, eso quiere decir que pronunció una mentira en su vida.
¿Y aquel que esta allá? ¿De quién es?, pregunta Hillary.
Y San Pedro le contesta:
Ese fue de Teresa de Calcuta y nunca dio una sola vuelta.
Entonces, muy entusiasmada Hillary pregunta:
Y por casualidad, ¿No has visto el de mi esposo, Bill Clinton?
Sí, contesta San Pedro, ese lo tiene Jesús en su oficina como abanico.
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